sábado, 10 de octubre de 2009

In memoriam

Prof. Gerardo Aguilar
Requesquiat In Pace


Requiem

Ve adonde las estrellas giran sempiternas;
Donde la línea nace, muere y se tuerce.
En el silencio de la vida, en lo imperecedero,
Donde el fin es el inicio de una nueva línea.

Esperanos a la sombra de la eternidad.
Llegaremos a ti callados
Y te ofrendaremos los libros y las letras
Que con una paciente sonrisa recibirás.

Espera por nosotros donde la tierra no marchita.

En aquel lugar de sol etéreo y amable
Cerca del firmamento de lo bendito
Que iluminara tu faz en fulgurante recuerdo.

Por que nosotros algún día llegaremos a ti.
Nos quedaremos sentados a la sombra de la eternidad
Y te agradeceremos lo dado en tiempo suficiente
Que humildemente compartiste con nosotros.

Te extrañaremos fielmente y en la falta de tu reemplazo
No habrá confort alguno.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Conversación

Estoy sentado a la mesa, mientras bebo vino que llega fresco, suave a mí estomago y me despierta del embeleso provocado por tu piano, cuyas notas suaves escucho zurcirse al aire y redimen mis pecados. Mientras tanto la luz de un sol infantil se filtra por el encaje de las cortinas de tu apartamento. Cierro los ojos y siento su suave toque en la mano izquierda, me siento como un niño de nuevo… extrañaba esa dulce sensación.

Tu, inmutable torre, sigues el curso con tus suaves manos de los compases y silencios, los cuales se prolongan de a poco dejando el apartamento en silencio casi sacro, como el de las iglesias o de los sepulcros santos. Retomas el curso y presionas las teclas, el mecanismo se activa y resuena la cuerda, en esa onda vibratoria se van mis pensamientos. Me levanto de la silla y recorro con la vista la penumbra de tu apartamento, yo en un extremo y tú en el otro; al piano, inmutable.

Respiro profundo y el olor de madera, humedad y frutas inunda mis pulmones y mandan una señal a mi cerebro como una campanada de alerta… De la mesa tomo mis pinceles y la tinta china, me acerco a ti y tu perfume me embriaga, a la tenue luz del sol infantil que nos busca por la ventana veo tu blanca espalda, como un lienzo terso, esperando ser usado. Me siento a tu lado y ese perfume característico me inunda de nuevo.

Tomo el pincel delgado y lo sumerjo en la tinta negra que se impregna de ella como yo me he impregnado de ti. Lo llevo a tu piel la cual se estremece con el toque y el trazo de la tinta, sonríes y no dejas de tocar el piano. Yo, mientras tanto sorbo un ultimo trago de vino y concentrado comienzo a elevar un árbol desde lo bajo de tu espalda a los cielos de tus hombros y cada trazo una caricia muda.

Solo sonríes y yo enmudezco esa es la conversación que tenemos, intima y agradable; tu me preguntas y contestas con tu piano, yo hago retórica con mi trazo. Continúo con mi dulce trabajo el cual casi termina, el árbol se ha formado a tu gusto, lo has traído a nosotros del limbo haciendo un puente entre lo irreal y lo tangible con tu piano, con cada nota un peldaño para hacer visible lo invisible y mis manos como extensiones de tu imaginación a la cual sucumben a tu capricho.

Doy el último trazo y te miro a los ojos. Tú simplemente das las últimas notas a la melodía que acariciabas en el piano para mirarme y sonreír. A través de tus ojos y con el sol infantil como oráculo percibo la inocencia en ti contenida. Te acerco a un par de espejos para que puedas admirar lo que hemos hecho y asientes, me abrazas. Tú has obtenido el árbol que deseabas y yo el calido toque de tus brazos, es así como debe sentirse la redención en los cielos de los santos que se olvidan.

domingo, 23 de agosto de 2009

Canto

Deja que los muertos lloren a sus muertos,
que los entierren y los arropen,
que les den su llanto con flores,
que imploren sobre la tierra suelta del olvido.

Aléjate de sus fúnebres manos,
no mires sus vidriosos ojos,
cuídate de sus horribles recuerdos,
por que ellos nublan la razón con sus rezos.

Apártate para siempre de los baldíos
que extienden sus cadavéricos brazos;
niégales la luz de tu mirada
que fertilizará la tierra del perdón.

Olvidemos a los mal muertos.
Dejemos que el vacío los consuma con sus actos,
que el karma se les retorne
para nuestro camino iluminar con su luz.

Dejemos para siempre las heridas inexistentes
que aquellos que son materia inerte nos provocan.
Derribemos las murallas internas del dolor
alcemos una ciudad con monumentos a nuestro presente.

Alejemos nuestros dones de su tierra infértil
y celebremos mientras podamos.
Por que algún día estaremos entre ellos mientras el otro viva del recuerdo
y volveremos a la vida cuando otro nos traiga del abismo.

Por que nuestra carne y huesos son polvo holográfico
Existimos para quienes nos rodean,
Morimos para los que alejamos o se alejan.

Célula

Hace cuatro meses vió la luz....


He estado mucho tiempo estático
Parado sobre una piedra en un páramo seco
Podía oír pero no observaba,
Podía oler, pero no sentía,
Estaba vivo, pero no caminaba.

He sido un monumento de piedra y carne,
Indiferencia coronando como laureles mi sien
Soportando el doloroso viento del este en mi rostro pálido
Sintiéndome solo e incompleto en el páramo.

Pasaba la noche y el día sin diferencia, estático
Todo era igual.
Y ahí estaba de puntas sobre una roca negra de amargura.

Hasta que llegó tú brisa fresca de manantial milagroso
Tus lábios serenos de hojas frescas y puras
Tus ojos de cerezales en flor.
Me observaste y me rodeaste con tu escencia
Acariciaste mi piel de mármol viejo con tus frías manos,
Y esperaste hasta el último momento para despertarme.

Una caricia basto para que mi ciudad cayera a tus pies.

Y ahí has estado, viento suave, al rededor de mí.

Curaste mis heridas
Me alimentaste con incienso miel y agua,
restauraste mis ilusiones,
me mantuviste a salvo entre tus brazos,
renovaste mis pies con pasos nuevos y nunca dados,
intentaste recuperar mis ojos, pero no pudiste
y ahora camino contigo guiado por tu vos
mi guía, mi luz.

martes, 28 de abril de 2009

Neutral

Recién vomitado del alma, pequeño pero conciso...

Te veo existir diariamente, en mis ojos, en mi mente, en la calle;
te miro pasear alegremente pero ahora soy invisible a tu mirada;
escucho tu voz contenerse en las compresas de mi cabeza
pero no escuchas mis gritos y lamentos.

Te he visto radiante y con el esplendor en las manos
pero tu no ves mis victorias consumadas.
Te siento en cada caricia del viento
mas tu no sientes el cálido toque de mi pulgar.


Te tengo tan cerca y tan lejos.
Podría extender mis brazos y alcanzarte
pero aun así mi abrazo solo seria viento circundante.

Estas en mi presente en cada paso que controlo
pero yo no estoy en tu panorama.

Esta es la tortura de ser sombra, de existir y no hacerlo;
de respirarte y suspirar,
de vaciarme eternamente,
de tocarte sin que me sientas,
de cantarle a tus oídos sordos,
de besar tus indiferentes labios,
de ser el punto neutro y olvidado en tu vida exitosa
que pronto dejara de girar completamente en mi.

Seré la neblina del puerto de tu alma;
un gota mas en el océano de tu indiferencia.

Moisés C. F.

Vacio

Recién escrito con el corazón en la mano y la melancolía al lado je je

La melancolía se me volvió a pegar en la piel...

Llego de visita hace días,
Pensé que solo seria un momento,

Pasaron los días y seguía aquí.
La corrí pero no quiere irse...
Se queda meciendo mis cabellos en la noche
Y recoge mis lágrimas en viejos goteros de plata y cristal.

En el día me ofrece la comida,
Pero no puedo comer todo lo que sirve con sus amargas manos,
Juega con mis pensamientos, rehace sentimientos.
Restaura viejos y mohosos malos momentos
Y me los presenta como nuevos.
Me canta al oído inmemoriales odas que no puedo resistir
Corro lejos de ella, pero me ata los pies
Y caigo en sus brazos que me estrujan y me arrancan los suspiros

Me besa la frente con compasión,
Mira mis ojos y sonríe mientras busca nuevas formas de tortura.

Creo que nunca se ira de mi lado...

Me ha arrancado el corazón y lo come pedacito a pedacito
Mientras yo observo por la ventana como se evaporan
Mis recuerdos y mi mente se queda en blanco, vacía...

Me quedo mudo e indiferente.

Cuando ella anda libre por la casa
Tomo pastillas para el sueño y miro las estrellas en la azotea
Hasta quedar completamente sumido en el sueño
Veo las estrellas girar y girar mas rápido en
Mi pupila hasta hacer estallar las venas de mi cerebro

y así, tirado, extenuado, aburrido y melancólico
Me sumo en el sueño eterno mientras
Mi piel se descompone en partículas químicamente incompatibles
Que se repelerán al viento y son aspiradas
por antiguos amantes exiliados en el dolor.
Mi cabello erizado se deshilvana en hilos de oro y ébano
que bordaran orugas en la piel acartonada de los árboles
y en la candorosa hierba, que supurara el viento
contenido en sus cámaras mortuorias subterráneas
donde yacen los infinitos tesoros de la verdad

Convertido en viento entro a la casa para descubrir
que la melancolía esta ahí sentada y paciente
y que no podré escapar de su tierno abrazo.

viernes, 10 de abril de 2009

Gracias!

Gracias a los que siguen mi blog, a los que lo han leído, a los que lo leen y a los que están por leerlo; espero sus comentarios para seguir escribiendo je. No he escrito últimamente, no he tenido mucha inspiración pero siento que pronto volverá... solo fueron unas vacaciones. Gracias de nuevo y espero sus comentarios.

domingo, 22 de marzo de 2009

Naturaleza Muerta

Escrito hace mas de 3 años, esperando una renovación y ver la luz...

Ya no escribo desde que se me quebraron las manos,
como pajarillos muertos las deje en el pasto tiradas;
ahora, solo veo las nubes pasar cargaditas de deseos
de promesas jamás cumplidas y de recuerdos de tiempo grato.

Pasan flotando arriba de mi cabeza y se deshacen en hilos;
plata, oro y carmesí al sol;
hasta que se disuelven en sueños deshilvanados en tiempos de sequía.

Pretendí ser algo que no soy:
una mejor persona cuando estaba a tu lado.
Con tus grandes ojos miraba la tierra buena resplandecer,
la hierba ínfima convertirse en árbol maduro y fuerte,
el agua corriendo por nuestras células.

Me veía reflejado en tus ojos y veía un futuro que no existía;
me cegaba tu luz interior que sembraba notas de una caja musical
que me hacían soñar contigo, juntos....

Pero un día ya no estabas mas aquí sobre mi cabeza
y no supe que hacer...

Se fueron secando los arroyos eternos de mi alma,
el fuego de mis ojos se apago,
una sombra lánguida y fría sobre mi mirada severa se expandió;
quede sordo y mudo ante la indiferencia que se apoderaba de mi
me volví un muerto que regresa de la tumba.

Enredado en mis pensamientos flotando por el río estigio
sin un Caronte que me ayude a encontrar el camino,
perdido.

Entre esos pensamientos de ojos ciegos lo he pensado todo mejor;
me he dado cuenta de tu piel jamás fue mía
Solo era la carcasa de mi imaginación acompañándome,
que tus manos nunca dibujaron en mi piel,
pues siempre estuvieron alejadas del fuego que me envuelve;
que tu aliento nunca me embriago
solo era la soledad sirviéndome los tragos.

Y así, ebrio de indiferencia me quede tirado al sol sobre la hierba;
esperando a que vinieras refrescar mi frente con tus promesas
y me dieras a comer de tu luz sanadora,
me dieras a beber agua de tu boca.
Para que me veas abrir los ojos que solo son reflejo de tu alma
que no me reconocerá en el espejo de la virtud.

lunes, 9 de marzo de 2009

Rabia

Como dice San Pascualito Rey en Hoy no es mi Día: “Lo siento, soy yo, hoy no es mi día” je je

Soy la voz ahogada, callada a golpes,
el moretón en tu cara que nunca sanará,
el cáncer que nace de el diamante que crece en tu piel.

Soy producto inequívoco de un beso roto en sangre,
soy el niño muerto en brazos del amor invisible,
enemigo del tirano que golpea tu espalda con placer,

Soy la rabia del lobo en tu sangre corriendo,
el chirrido de dientes al romperse de cólera y dolor.
Soy el placer constante de tu alma abierta en canal.

El destructor anónimo de tus murallas en ruinas,
la droga que te adormece para tus órganos robar.
Soy el odio hecho carne y del amor el destripador.

Me llaman exterminio, saciedad y consuelo;
tristeza clavada firmemente en el alma...

En todo presente y de todo consiente,
Más inclemente que tu dios.

El corruptor de tus fuentes,
la plaga de tu gente...

Soy más grande de lo que piensas,
mas victorioso y poderoso que el dolor que en ti comienza a nacer.


Moisés C.F.

Al final

Arráncame vértebra a vértebra la vida,
déjame sin vida, sin aliento ni pensamiento,
deposítame en la arena cubierto de sal,
llena mis manos de carbón,
en mis píes coloca libros y recuerdos,
hazme un pequeño tributo de razón,
disuelve mis añoranzas en platino,
destruye totalmente mi legado
para poder alzarme un monumento.

No quiero nada complicado,
solo saber el inicio de la línea,
desenredar el misterio de la vida,
¿por qué el cielo se hiere y nace de nuevo cada día?

Quizás a donde voy de peregrino
encuentre la calma y la paz;
y ahí ordenare toda mi mente
veré como se enraíza con sus teorías,
como clava sus razonamientos hondo en la tierra
expandiendo sus ramas buscando sustento
y cubriendo el cielo con sus sombra;
me desintegrará para hacerme su abono...


Y así día a día de la eterna existencia, podré conocerlo todo,
veré todo resplandecer ante mis ojos ciegos,
y por fin trascenderé a la eternidad
cantando mi victoria con trompetas y
rompiendo el aire con mi saber.


Moisés C.F.

Pajarillo

La extinción solo es el comienzo…

¿Por qué me encierras en cuatro paredes?
¿Para qué mis alas se quiebren y sangren?
¿Para qué de a poco me muera y me tires a la acera?
Para que los perros laman mis heridas
y desaparezca eternamente de la faz plástica del mundo
entonces, volverme un suspiro perdido en el mar de tu inconsciencia...

Pero mejor si enciérrame y mátame...

Para que pueda ser libre del lastre terrenal
y traspasar las fronteras de lo conocido y de lo material
Para poder ser uno con el universo
que me repetirá eternamente como himno a la naturaleza
en sus múltiples amaneceres y ocasos.


Más aun, cuando mi cuerpo se vuelva carne deshecha
Y mis huesos monumentos de placer; estaré aquí retandote,
eterno y efímero permaneceré pendiente sobre tu cabeza,
reflejado en tus ojos, en cada latido de tu débil corazón.
He ahí que me recordaras como el triste pajarillo muerto
que sacaste de la jaula muerto en la mañana para a los perros alimentar al atardecer.


Moisés C.F.

Otoño

A veces, cedemos más de lo que deberíamos sin recibir nada a cambio, les recitamos poesía a los sordos o llenamos de visiones los ojos de los ciegos, pero de eso se trata la historia y el camino hasta que encontremos a quien se debe de encontrar

Te daré mis lagrimas en té sorbidas para tus heridas curar,
mis sueños en chocolate vertidos para restaurar los tuyos,
mi carne como el pan liviano cubierto de luna para abrir tus ojos.

Me quedare en vela hasta que tu fiebre haya cedido,
hasta ver tus temores ahogados en la noche de mar.
Mar tormentoso que se alejara con el rumor de sus pasos hechos olas.

Cuando la tormenta haya pasado seguiré a tu lado cubriendo tu frente de besos,
cubriendo tus manos con mis canciones candorosas.
Llevando a tu boca el amanecer.

Al amanecer del séptimo día partiré bañado de alba
y con la piel cubierta de sueño encendido,
que estará cansada y fresca, salpicada de rocío.
Iré colectando ancianas hojas con mis pies húmedos de placer.
Con la sonrisa a flor de piel y la satisfacción pegada en la frente.

Entonces el día me disfrazara de sombra,
me cubrirá de victorias consumadas y revoloteantes,
que con la brisa del otoño me llevaran al lugar
donde las hojas caen sempiternas y el viento suave y perfumado de una
pasión consumada yace esperando renacer.

Ahí te esperare eternamente feliz,
mientras mi piel se hace gris,
mis ojos se apagan y mi corazón en blanco mármol se resuelve.


Mosés C.F.

Muerte

Poema escrito para el concurso “la décima muerte”. Pero que nunca me decidí a enviar

Soy el punto donde convergen los otros puntos cardinales.
Soy el inicio del fin, donde todo lo perecedero comienza a nacer otra vez.
No soy más que el vacío de tu razón y el todo que impulsa la navaja de tu corazón.

“El mal” me llaman los que no me conocen,
el bien para quien mis tersos labios han besado.
Una contradicción sin resolver del blanco de tu alma.

Algunos me maldicen sin saber de que hablan y otros me aclaman en su eterno sufrir.
Soy el eterno descanso del enfermo y del poeta inspiración.
Del razonable soy el sosiego, del necio el castigo sin sentido.

Soy la segadora, cosecho sin sembrar;
pequeña de mis amigos, aplastante de los que no lo son.
Suave cual la seda para los que me desean,
eterna calamidad para los que no comprenden mi tesón

El viento aclamado por el moribundo, para su nave llevar a tierras imperecederas.
Cazadora sin arco. Victoria sin alas. Amada y odiada.

Soy el verdadero omega, sin mi todo sería eterno desazón.
No soy más que parte de tu finita existencia y el exceso de tu eternidad.
Adórame o recházame, eso nunca me ha importado.

Algún día te alcanzare; lo quieras o no,
para juntos partir a donde lo infinito yace.


Moisés C.F.

Madrugada

Comienza el ocaso lleno de deseo,
despunta el alba tocando mi cuerpo.

Se desliza por mi cama como viento fresco de la noche
deshaciendo mis malos sueños...

Toca mi piel con sus dedos como pequeñas navajas,
me deja un rastro de llagas que supuran placer...

Sus labios de magnifico hielo
destrozan en luz mi sien.
Congelan gloriosos mis labios que derraman su miel.

Abro mis ojos en medio de la noche
y veo la pálida luz resplandecer,
el hielo volverse agua, para la cielo irse vestido de vapor.

Todo se clarifica, se llena de pasión,
me hago por un segundo el dueño de todo lo oculto
mientras la eléctrica luna recorre mis músculos.
Me tensa y revienta el dolor en partículas llameantes de amor.

Entonces se aleja despacio como un rumor en la oscuridad,
mientras yo me veo vaciado en la nada
en ese vacío me encuentro deshecho,
convertido en todo lo imposible
que mis manos frías comienzan a fabricar.


Moisés C.F.

Natura

Escrito al borde del sueño, pensando en alguien especial pero ausente y en la manera en como me hace sentir cuando esta a mi lado.

Gracias a a.k.a. Don, que lo corrigió y publicó en su blog... chequen su blog es bastante bueno!

Tengo los ojos llenos de sol,
las manos cubiertas de hierba,
los pies vacíos de pasos,
los labios envueltos en hojas secas.

Poseo la nada,
el vacío opulento del dolor,
el pudor candoroso de la pasión,
y la fresca pureza del amor.

Vislumbro más allá de tus ojos de plata,
tengo en oro envuelta el alma
y mi razón ebria de fantasía.

Soy dueño del revoloteo incesante de un pensamiento,
de un suspiro besando el viento,
de una paciencia finita y diminuta
cuando las inhumaciones del recuerdo aparecen.

Soy un niño convertido en hombre,
demonio de mirada inocente y severa

-el cazador y la presa-

soy amo y esclavo del rumor de los arrollos universales,
que fluyen eternos y me traen ciegos la ciencia de los arboles y el verdor

soy madera hecha fuego,
una canción hecha carne,
un aroma a la eternidad fugado
y sobre toda esta maravilla ya he dejado de ser humano.

El alquimista me ha desecho y ensamblado de nuevo
me descifra en miles de versos, me deshila en extraños cantos
para volverme a unir con agua e incienso...
me mitificó me convirtió en nada
y a su vez lo soy todo


Moisés C.F.

Sin Titulo

Uno de los que mas me gustan, lo escribí hace como 3 o 4 años...

Hoy deje que me miraras,
nunca me cerré a tus ojos;
deje que me estudiaras, que me diseccionaras con tu mirada
pudiste razonarme, filosofarme y asimilarme.
Quede tirado a tus pies como un libro abierto
esperando a tus pequeñas y frías manos para hojearme
y dejar al descubierto mis secretos y mi gloria.

Me destruiste y me construiste de nuevo.
Me alzaste como se alza una ciudad nueva y prometedora
de mis puertas amuralladas corrió agua fresca
que será bebida por los peregrinos con pasión

Más aun así esperaste hasta el último momento para invadirme,
silencioso y cauteloso el paso de tus estandartes.

Blanco y plata por mis plazas fuertes.

Subiste hasta mi templo más alto y declaraste tu victoria;
cubriendo mis manos con tus letras, poniendo signos en mis labios
sellaste mis ojos con tus hermosas visiones...

No pude hacer más que rendir mis hojas a ti,
con todas mis historias y mis imágenes.

Mi ciudad conquistada, y mi piel... a tus caprichos vendida


Moisés C.F.

domingo, 8 de marzo de 2009

Susurro

Siguiendo la linea... aqui hay otro "dulce" como yo llamo a mis letras.

Anoche antes de dormir se me ocurrió un verso,
pero ya no lo pude rescatar, se perdió entre la niebla del sueño;
hablaba de viento; aun puedo oír su gemir en mi cabeza,
era como una vieja canción dolorosa, de esas que canta el aire al pasar por las comisuras del mundo.
Hablaba de amor perdido y no consumado, de tristezas febriles y malhumoradas
que bailaban en torno al dolor, de desesperación atónita y marchita.

Aun lo veo perdiéndose entre la multitud de mis sueños
que me atacan en guerra constante de infierno contra el cielo.
Lo vi alejarse, tomar una ballesta y herirse el corazón.
De a poco fue desapareciendo mientras yo caía en el sopor
para dar paso a sueños de cocodrilos con yeso en el hocico,
Sueños de tortura decadente de líneas mal trazadas sobre la piel de la ilusión.

Aun puedo escucharlo susurrándome al oído su letanía gloriosa
de santos olvidados, de viento enjaulado en el corazón de un mártir,
de rugir victorioso de sombras danzantes en las vías perpetuas de la irrealidad.

Me susurro dos líneas que me parecieron escritas en letras de oro
Por los Ángeles clavadas en la tierra del perdón.
Me recito una a una las letras al oído yendo de uno a otro sin cesar,
pero algo lo distrajo a la niebla divisora que ahora guarda sus restos
como viejas reliquias de huesos quebrados.

Y ahora que lo revivo con procesos alquímicos de recuerdos entre sueños,
estando despierto del sopor, lo he conjurado.
Ha venido a mí entre caminos que la muerte le ha procurado.
Y entre esos dolores de esperpento se ha desfigurado, ha mutado,
para convertirse en una gloria desencajada y hermosamente mejor que su nacimiento.


MCF 2009

Modo Automático

Este es uno de mis primero escritos en tinta eléctrica, espero que les guste. (se valen lo comentarios)



A veces mi mente se duerme pero yo estoy bien despierto,
se me va lejos caminando somnolienta y cae rendida en el desierto;
Se lleva todos mis sentimientos y los guarda en cajas de pensamiento.

No toma precauciones del sol ni de las serpientes,
queda postrada, tranquila, murmurando entre dientes,
viejas tonadas de canciones grandilocuentes.

Y en este modo automático puedo hacer muchas cosas:
tomar café y contar estrellas, leer cuentos y borrar mis huellas,
puedo soñar con los ojos bien abiertos,
cantar aunque tenga los labios muertos,
caminar hacia atrás, a los esteros,
llevar viandas, vino y fruteros,
gozar tocando la hierba sudada al sol,
comer mucho tiempo sentado en grandes pedazos de flor,
andar descalzo sin miramientos,
comer nubes con pétalos de recuerdo,
nadar en el estero con la piel limpia de pecado,
llenar los pulmones de aromas y viento;
cocinar salchichas con remordimientos,
beber agua de sabios momentos,
correr y volar, caer y jugar, amar y llorar...

Todo eso y más puedo hacer en modo automático,
cuando mi cuerpo esta despierto y mi mente durmiendo en el desierto.